miércoles, 14 de abril de 2010

Cuento Maravilloso ''Respetuosa y solidaria''


Respetuosa y solidaria
Había una vez una mujer bastante solidaria. Ella tenía el nombre de Elise Mónaster, era de estatura mediana, de ojos café claro y sus cabellos eran rizados, de un hermoso color caramelo. Tenía 21 años de edad. Elise vivía al norte de la ciudad de Saálazars, era una ciudad bastante grande con costas, muelles y más al oeste riveras que recorrían las altas montañas y senderos en las colinas verdes de aquella ciudad. Elise era una chica del pueblo, era muy pobre, (una gran diferencia de sus vecinos ricos) pero se esforzaba para mantener a su pequeña familia, que era sólo su madre y su padre.
Un día por la mañana, Elise decidió ir de compras a la feria de Saálazars, en la que había una variedad de frutas, verduras y herramientas de contracción. Elise comenzó con unos apetitosos tomates rojos, luego con unas frescas lechugas, y frutas, como manzanas y damascos maduros.
La joven no poseía la fuerza suficiente para llevar tantas bolsas con frutas y verduras, por lo que de repente se le cayó la bolsa de las manzanas, apenada, se agachó a recogerlas, una por una, y de improviso a su lado llegó un hombre bastante alto y atractivo, él comenzó a ayudarla con rapidez, y la joven no hacía más que lamentarse. En el suelo sólo quedaba una sola manzana y los dos al mismo tiempo la tomaron para recogerla, luego se miraron a los ojos directamente. El hombre comenzó a sonreír y Elise se sonrojó. El apuesto hombre le dijo:
__Es un gusto, soy Federico Jon Darcy, es un gusto conocerla
__El gusto es todo mío__ dijo Elise, mientras sus mejillas le ardían por el rubor.
Los dos se pararon atontados, y Darcy la miró a los ojos, luego giró hacia atrás, dándole la espalda, avergonzado, y después, teniendo las palabras que quería dirigirle, giró nuevamente para verla por última vez, pero Elise ya no estaba.
Pasaron dos años desde que se conocieron, Darcy estaba desesperado por verla, pero era imposible, ella nunca más se apareció por aquella feria. El hombre estaba abatido, soñaba a menudo con aquellos vivos ojos miel, y con aquella bella cabellera del color del caramelo danzando en el viento.
Federico Jon Darcy era el primo del rey de la ciudad Saálazars, y su primo, le había pedido que ayudara en la decoración de su fiesta. Faltaban dos días para el cumpleaños del rey. Según la gente, se decía que la fiesta sería de gran magnitud: con fuegos artificiales, bailes, juegos y mucho más, toda la ciudad estaba invitada, del alto clero hasta la burguesía media. Con excepción de los campesinos, ya que no podían ser invitados porque eran esclavos del rey en la ciudad.
La noticia llegó rápido a oídos de Elise. La joven tenía toda la intención de asistir, estaba ya preparando su vestido para la ocasión, pero en la fiesta le esperaba una sorpresa, ella no sabía que estaría el señor Darcy…
Ya era el día del evento, todos estaban ahí: el alto clero, las familias más finas y ricas del lugar, y los menos adinerados. Elise deseaba ir a aquella fiesta, pero al llegar al lugar se dio cuenta de que no podía, porque las puertas del castillo sólo se abrían cuando llegaban los carruajes, no tenía oportunidad sin uno, pero intentó, aunque era un gran delito, no respetar las reglas. Ya eran las 22:00 y aún no podía entrar al castillo. Al lado de este había un acantilado, Elise intentó pasar por ahí y lo logró, se puso muy feliz por su logro, pero los guardias del castillo la capturaron y la encerraron en las celdas.
Elise estaba triste por lo sucedido en ese momento, y temía por su vida. La depositaron con brutalidad en la celda. De repente, sintió que alguien se acercaba y se abrió la celda donde estaba. Era el rey, la miró a los ojos con una mirada muy rara y tétrica. El rey como todos los años, tenía el derecho de abusar de las mujeres y golpear a hombres ancianos y a niños de todas las edades, no tenía sentido hacerlo, pero a él le gustaba. No tenía autocontrol sobre sí.
Tenía un malvado trato contra la joven Elise, en ese momento, Elise, sentía temor. Ella le decía agritos mientras el rey la golpeaba:
__Tenga piedad de mí, tenga misericordia de mí, ¡no me haga daño!
El rey sólo reía, disfrutando de todo.
De repente, Darcy apareció y golpeó al rey, por infeliz y no tener amor y respeto con las mujeres. Fue una lucha fácil para Federico Jon Darcy.
Al día siguiente, los ciudadanos de Saálazars, decidieron ellos mismos echar al rey y ahorcarlo hasta que su cuerpo quedara en descomposición.
El señor Darcy, le dijo a la gente que no era necesario torturarlo por los delitos que había hecho, que tan sólo lo encerraran en la celdas, pero él nunca tendría el perdón del pueblo, tal vez de algunos, pero de Dios… nunca en la vida, pasara lo que pasara, no lo perdonaría por los actos que él había cometido.
Dos días después de lo sucedido, el señor Darcy le pidió la mano en matrimonio a Elise, para casarse felizmente, tener hijos y ser una familia feliz y sin engaños.
Ya era el día de la boda y todos los ciudadanos estaban presente: esclavos (que pronto serían liberados), campesinos, niños, niñas, ancianos.
Ya era una ciudad en paz y en calma, con respeto y amor. Al terminar la boda, en Saálazars ocurrió algo fuera de lo común: la gente del pueblo tuvo derecho a opinión y eligieron como nuevo rey a Federico Jon Darcy y a su nueva reina Elise Mónaster.

2 comentarios:

  1. El cuento Respetuoso y Solidaria, me parecían muy interesante por el motivo de que este cuento esta narrada en tercera persona. Igual me gusto como cuenta la historia, los personajes muy bien batallados, la acción o serie de acontecimientos que se relatan, en el cuento y el espacio y el tiempo en que ocurren estos sucesos fueron muy claros y pude entender muy bien el dialogo, que tuvieron los personajes, la cual dieron sentimientos, eh igual dieron una forma muy consecuente en la forma de escribir las acciones. El vocabulario me parecía esplendido, tuvo un tipo de realidad entre el cuento y el lector haciendo imaginar lo que sucedía en el relato


    Claudia .

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  2. El cuento estuvo un poco enredado, en la forma que en el tiempo mediaba las personas no podían elegir a su rey o desahuciarlo del trono. Igual en ocasiones no es necesario ocupar tantas expresiones en el dialogo, aun que sea importante. Pero lo bueno de esto que esta bien detallado, las características del los personajes y los objetos, todos esos fueron muy bien detallado. Otra cosa que puedo aclarar, que en esos tiemPos, los reyes o las personas más refinadas de las ciudades medioevales si abusaban a las mujeres esclavas.

    Karla

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